Imagina por un instante que tu vida está envuelta en lentejuelas, lencería, pelucas, pantimedias y mucho labial rojo. Que cada noche te bajas de un escenario en el que has bailado, cantado y seducido al público. ¿Y por qué no? Soñar es gratis. Te confieso que yo incluso me lo planteé como estilo de vida, pero no fui tan valiente. Esta semana exploraremos el maravilloso mundo del burlesque. Y sí, aunque pueden venir a decir que no es una profesión muy feminista (y quizá un poco romantizada por Hollywood), la verdad es que el brillo, el glamour y la noche pueden formar parte de nuestra identidad... y seguir siendo libres, empoderadas y atrevidas. ¿Y si esta noche, en vez de escondernos, brillamos como en el Moulin Rouge?
¿Alguna vez has escuchado hablar de la reencarnación? Pues si eres de las que creen que han vivido varias vidas, yo te diría (completamente segura y convencida) que en otra vida fui bailarina de burlesque. Y es que mi fascinación por este estilo de arte fue un flechazo instantáneo, un amor a primera vista. Pero antes de meterme a fondo en mi amor por el burlesque (con corset y todo), vamos a darle una miradita a su historia, que es tan descarada como brillante.
Imagina un escenario lleno de glamour y brillo… pero también de sátiras, parodias y exageraciones ridículas. Pues así de contradictorio es este arte, y justo eso es lo que lo hace tan brillante. En el burlesque se hace burla de lo correcto y se glorifica lo socialmente dignificado. Es, básicamente, un show teatral que trascendió el escenario y terminó convirtiéndose en un estilo con sello propio. Nació en el siglo XIX en Europa como teatro satírico, parodiando a las clases altas, los dramas clásicos y las normas de la época. De hecho, la palabra “burlesque” deriva del italiano burla, y sí: por eso es tan gracioso… y tan excitante al mismo tiempo.
Cuando el burlesque empezó a expandirse por el mundo, no lo hizo en soledad. Este estilo teatral compartía escenario y espíritu con otros formatos de la época: el vaudeville americano, el cabaret francés, la pantomima británica y el famoso music hall del Reino Unido. Todos ellos eran como primos rebeldes del teatro “serio”, más interesados en el juego, el show y la provocación que en las reglas de siempre. En plena era victoriana, estos espectáculos rompían moldes sin pedir permiso, mezclando canto, baile, humor y mucho descaro (¿ves por qué te digo que yo fui bailarina de Burlesque? Describir al Burlesque es como describirme a mí).
A finales del siglo XIX y principios del XX, el burlesque llegó a los teatros americanos, y eso lo transformó en un show más provocador y sensual. Con la fusión entre el burlesque y el vaudeville, se introdujo el striptease, pero ojo: no era el moderno que conoces ahora, donde terminas viéndolo todo de forma explícita. No, esta era una versión más elegante y juguetona. No se trataba de mostrar el cuerpo sin más, sino de insinuar la desnudez. Era como desvestirse sin desnudarse.
Y claro, al expandirse el show, también se expandió la mala fama. Porque no todo lo que brilla es oro, y llevar corset, tacones y plumas tenía un precio muy alto: el repudio social. Las actrices y bailarinas de burlesque eran vistas como escandalosas, vulgares o de “mala vida”. Otras mujeres (y, por supuesto, muchísimos hombres) las llamaban “zorras”, “putas”, “rameras”… o, si el insulto venía con perfume, simplemente “mujeres indecentes”. En plena época victoriana, era inaceptable que una mujer mostrara su cuerpo con autonomía, aunque lo hiciera con humor, ironía o como forma de arte.
Pero eso no impidió que el burlesque siguiera desarrollándose y expandiéndose. Su época dorada fue entre los años 30 y 50, cuando figuras como Gypsy Rose Lee lo llevaron a otro nivel. Con ella, se introdujeron los cuentos en los shows: no solo se desnudaba con clase y humor, sino que también narraba historias mientras lo hacía. Jugaba con la audiencia, los hacía reír y ruborizarse al mismo tiempo. Fue la primera en demostrar que el burlesque también podía ser intelectual, ingenioso y profundamente femenino.
Después de los años 60, y como fruto de la revolución sexual, surgieron otros espectáculos más explícitos. Llegó el porno en formato blockbuster, las revistas como Playboy… y con todo eso, el burlesque fue quedando relegado como un arte “pasado de moda”. Su prestigio decayó enormemente. ¿Cómo competir con clubes de striptease y pornografía explícita? La seducción sutil, la insinuación, el arte de casi mostrar, dejó de ser suficiente para una sociedad que ahora quería ver todo, y rápido.
Pero, por suerte, el burlesque no quedó completamente olvidado. Una vez que el furor por la desnudez explícita alcanzó su punto máximo, tocó reinventarse. Y fue entonces cuando ocurrió una resurrección mágica: el neo-burlesque, en los 90's y a principios de los 00's. El burlesque salió del baúl de los recuerdos y volvió a los escenarios… y a la cultura pop. Pero, claro, esta versión moderna no era una simple copia de la clásica: la mejoró. Se volvió más feminista, más diversa y más performática. Las artistas mezclan estilos: drag, feminismo, política, humor, punk, poesía (sin perder la sátira, la reivindicación, la sensualidad y las parodias que son intrínsecas al burlesque)… todo cabe si se hace con intención y con arte. Y aquí entra la increíble Dita Von Teese, que lo devuelve al mainstream con glamour vintage, martinis gigantes y corsets de ensueño. Fue mi primera referente del burlesque… y también uno de mis primeros crush💘 (guiño guiño).
Y aunque el burlesque moderno volvió a los escenarios, seamos honestas: si lo conoces, seguramente fue gracias a la gran pantalla. Quien se encargó de encarnar esta expresión cabaretera en sus inicios fue Bette Midler. En 1979 protagonizó la película The Rose, abriéndole paso al mundo del cabaret y del burlesque en el mainstream moderno con una interpretación cruda, intensa y profundamente escénica. Pero no fue su única conexión con este universo: en 1993 volvió a ocupar un papel clave al interpretar a la madre de Gypsy Rose Lee (la gran estrella de la época dorada del burlesque) en la película Gypsy. Ambas películas rescataron el espíritu de las mujeres que lo dieron todo en el escenario, visibilizando un arte que fue sensual, irreverente y revolucionario. Gracias a ellas, el burlesque dejó de ser un secreto entre bambalinas para convertirse en parte de nuestra cultura más erótica y emocional.
Pero claro, debo admitir que no he visto esas películas. De hecho, ni siquiera las conocía. Sí sabía que Bette Midler había hecho una película sobre el tema, pero jamás me topé con ella, así que no la he visto (tampoco la he buscado, seamos sinceras). Tal vez ahora sea una buena ocasión para una maratón (con cotufas, sofá y Don Besucón como acompañante principal) de películas vintage, lentejuelas y mujeres brillando con tacones.
Sin embargo, hubo dos películas que sí conocía, y fue gracias a ellas que me enamoré del burlesque por primera vez. La primera que vi es la más actual: Burlesque (2010). Christina Aguilera, Cher, luces, pestañas postizas y un “Show Me How You Burlesque” que me hizo sentir que ese escenario era mío, aunque estuviera bailando sola en mi cuarto (hasta me aprendí las coreografías). De hecho, te confieso que, para un concurso de belleza en el que participé hace muchos años, usé una de las canciones de la película para mi número de baile. Me impactó tanto que conecté con esa estética y esa energía de una forma que no te puedo explicar. No sé cuántas veces la he visto, pero nunca me canso. Nunca me aburre. A diferencia de otras películas sobre el tema, aquí la trama gira en torno a ella (la protagonista) y cómo se auto-descubre entre el glitter, las plumas y la lencería, descubriendo que esa gran voz que tiene encaja perfecto con el show. Christina Aguilera la rompe, y ver a Cher siendo tan diva como siempre fue... simplemente mágico.
Otra joya del cine dentro de este universo es Moulin Rouge (2001), protagonizada por Nicole Kidman y Ewan McGregor. La película nos traslada a un París bohemio del siglo XX, con una protagonista que canta desde un trapecio, y un hombre enamorado del arte, del amor… y de la rebeldía que ella representa. Si no la has visto, te la recomiendo muchísimo. Es verdad que esta historia está más ligada al cabaret que al burlesque puro, pero comparte con él varios rasgos: una estética teatral, exagerada y provocadora, especialmente en los números musicales. Ambas películas (Moulin Rouge y Burlesque) son musicales que nos recuerdan que la vida nocturna de los clubes puede ser glamurosa, poderosa… y llena de glitter.
Además de bailar en un escenario una canción que hace homenaje al burlesque, me mandé a hacer un corset para la ocasión, que (aunque se quedó en mi país) era una de mis piezas de moda favoritas. Nunca había usado uno, y la verdad es que fue una experiencia tan natural, tan real, tan mágica. Incluso me hice una sesión de fotos en el Moulin Rouge de Caracas con él puesto (¡imagínate tú lo enamorada que estaba de este mundo!). Y ya no se trata solo de usar un corset, sino de lo que este representa: un legado de mujeres mal vistas, pero poderosas. Mujeres independientes que usaron su cuerpo para enseñar, a través del humor, lo que estaba mal con nosotros como sociedad.
El burlesque es rebeldía, es sátira, es humor, es desnudez con elegancia, es cuerpo femenino lleno de plumas, lencería y glitter. No es solo un show, ni una moda, ni un recuerdo de épocas pasadas. Es una forma de estar en el mundo: exagerada, provocadora, desafiante y, sobre todo, libre. A veces se manifiesta sobre el escenario, con lentejuelas y coreografías perfectas. Otras veces lo llevamos dentro: en la forma en que caminamos, en cómo nos reímos, en cómo decimos lo que pensamos sin pedir disculpas ni permiso. Yo no sé si algún día me subiré realmente a un escenario con un corset y un micrófono dorado… pero lo que sí sé es que ya llevo el burlesque en la piel. ¿Y tú? ¿Estás lista para salir a bailar sin arrepentimientos?
¡Nos leemos en el próximo post!💃✨
Fuentes para esta entrada:
https://es.wikipedia.org/wiki/Burlesque
https://glittergirlsburlesque.com/la-historia-del-burlesque/
https://burlesquesevilla.com/que-es-el-burlesque/
https://estiloswing.es/burlesque/
Que interesante todo lo que publicas 👏👏
ResponderBorrarMuchísimas gracias!! Me gusta hablar de todo un poco...
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