jueves, 5 de junio de 2025

¿Qué es la diversidad sexual?

    Tener una sexualidad diferente puede hacerte sentir que no encajas, que no eres “normal”, que hay algo mal en ti. Y no, no lo hay. Este mes existe justamente para eso: para visibilizar el orgullo de ser diferente. De amar diferente, de desear diferente, de vivir el cuerpo desde otros lugares. Junio, aunque muchas marcas se lo apropien para hacerse las progres (cuando en realidad solo exprimen la imagen de la comunidad para vender más), también es una oportunidad para alzar la voz. Una voz que ha sido silenciada, reprimida, ridiculizada, perseguida y marginada a lo largo de casi toda nuestra historia. La sexualidad no es blanco o negro: es un arcoíris completo. Acompáñame a sumergirme en este mundo vibrante, diverso y real que muchas veces no se cuenta pero que se vive con intensidad. ¿Estás preparada?

Este tema es complejo. Yo misma tenía un montón de dudas antes de empezar a investigar, pero voy a intentar explicarlo de la forma más sencilla posible, para que lo entiendas conmigo, paso a paso. Vamos a hablar de qué es la diversidad sexual, cómo se entiende, y cuántas formas distintas existen de expresarla… que ya te adelanto: son muchas más de las que imaginaba.

Lo primero que tenemos que entender es que todes somos seres sexuales. ¿Y esto qué quiere decir? Que todos los seres humanos nacemos con cuerpos sexuados, con potencial erótico, con capacidad de sentir placer y de vincularnos desde el deseo. Ahora bien, eso no significa que todas las personas vivamos esa experiencia de la misma manera. Hay muchas formas de entender, sentir y vivir la sexualidad.

Y para poder explicarte todo esto sin perdernos, hay cuatro conceptos clave que tenemos que tener claros. Cuatro ideas que nos van a ayudar a comprender mejor cómo se clasifica (y se vive) la experiencia sexuada.

🔬 Sexo biológico

Esto es lo más básico: tu sexo, ese con el que naces. Se refiere a tus genitales, tus cromosomas y tus hormonas. A eso se le llama sexo biológico, y normalmente se clasifica como masculino o femenino. Así, sin más. De hecho, hoy en día se puede saber el sexo del bebé bastante pronto (y muchas personas hacen esas fiestas de gender reveal que ya rayan en lo teatral).

Esto es lo que, tradicionalmente, “diferencia” a un hombre de una mujer y viceversa. Si el bebé nace con pene, testículos y cromosomas XY, entonces su sexo biológico es masculino. Si nace con vulva, ovarios y cromosomas XX, entonces es femenino.

Pero… ¿y si no es tan simple?

Existen personas que nacen con una anatomía sexual y reproductiva que no encaja con esta visión tan binaria del sexo biológico. Son personas intersexuales. Puede que tengan genitales “ambiguos”, una combinación de cromosomas como XXY, o niveles hormonales que no corresponden a lo que se espera.

Te doy un ejemplo para que se entienda mejor: imagina que un bebé nace con un clítoris muy grande y un orificio vaginal muy pequeño. Al hacerle pruebas (como un análisis cromosómico, hormonal o una resonancia) descubren que tiene cromosomas XY (que suelen asociarse a varones), pero sus órganos sexuales externos no se desarrollaron “como se esperaba”.

Y no, no son errores de la naturaleza, ni casos raros “de hospital”. Son más comunes de lo que se cree (1 de cada 2.000 nacimientos, aunque muchas veces se ocultan o no se nombran). Durante décadas, a muchas de estas personas se les practicaron cirugías sin su consentimiento para “arreglar” o “normalizar” sus cuerpos, como si fueran experimentos fallidos de la biología. Pero no lo son.

La realidad es que no todos los cuerpos encajan en esa división binaria del sexo biológico. Hay matices. Y eso no los hace menos válidos, ni menos humanos. Simplemente, nos demuestra que incluso el sexo biológico es más diverso de lo que pensábamos.

🧠 Identidad de género

Este concepto es sencillo de entender. Para saber qué significa, solo hay que hacerse una pregunta: ¿Cómo te sientes con respecto a tu género? ¿Te sientes mujer? ¿Te sientes hombre? Aquí no hablamos del cuerpo, sino de lo que sientes por dentro: tu vivencia interna.

La mayoría de las personas se identifican con el género que se les asignó al nacer. A eso se le llama ser cisgénero. Pero también hay quienes no se sienten identificados con ese género asignado. Son personas transgénero, o simplemente trans. Por ejemplo, si te sientes hombre y naciste con pene y testículos, tu identidad coincide con tu sexo biológico. Pero si naciste con vulva y ovarios, y aun así te sientes hombre, entonces eres un hombre trans.

Pero la cosa no acaba ahí. No todo el mundo se siente cómodo dentro del binomio “hombre” o “mujer”. Existen personas no binarias, que no se identifican exclusivamente con ninguno de los dos géneros, o se sienten una mezcla de ambos. Otras se definen como agénero, porque no sienten pertenencia a ningún género. También hay personas gender fluid, cuya identidad puede cambiar con el tiempo o incluso según el día.

Hay personas que se sienten identificadas con más de un género a la vez: eso se llama ser bigénero. Otras personas se sienten solo parcialmente identificadas con un género, pero no del todo. A eso se le llama demigénero. Y en muchas culturas no occidentales (especialmente pueblos indígenas, del sur global y del Pacífico) existen identidades que no encajan en nuestra lógica binaria. En algunos casos se les reconoce como un tercer sexo, aunque este es un término más cultural que personal. Un ejemplo muy conocido son los muxes de Oaxaca, México, personas que forman parte de una tercera categoría de género reconocida por su comunidad zapoteca.

Ya sé que puede parecerte raro o incluso demasiado complicado… pero en realidad, no lo es tanto. Es simplemente otra forma de vivir la identidad de género. Y si algo queda claro con todo esto, es que existen muchísimas formas de sentirse, nombrarse y habitar el propio cuerpo. Ninguna vale más que otra. Todo es válido, siempre que no le hagas daño a nadie. Puedes vivir tu identidad como mejor la sientas, con libertad y sin disculpas. Y aunque no lo entiendas por completo, siempre (siempre) puedes respetarlo.

💘 Orientación Sexual

Aquí la vivencia deja de ser puramente individual para volverse compartida. La orientación sexual nos habla de nuestras preferencias de deseo: ¿quién te atrae? Puede ser a nivel sexual, afectivo, romántico… o todo junto. Es decir: ¿te gustan los hombres? ¿Las mujeres? ¿Ambos? ¿Te atrae la energía de alguien sin importar su género? ¿O directamente no sientes atracción por nadie? Spoiler: es mucho más amplio de lo que nos enseñaron.

Si te atraen personas del sexo contrario, entonces tu orientación es heterosexual. Si te atraen personas de tu mismo sexo, entonces se te considera homosexual (en el caso de las mujeres, también se usa el término “lesbiana”). Esto es lo que más visibilidad tiene, lo que más se nombra. Pero… ¿y si te digo que hay otras formas de vivir el deseo?

Por ejemplo, si te atraen personas de ambos sexos, tu espectro es más amplio y se te considera bisexual (yo formo parte de este club, y estoy muy orgullosa de eso). Y sí, puede que te atraigan en diferente intensidad, pero sigue siendo una atracción válida y real.

Pero espera, que todavía hay más. ¿Qué pasa si te gusta, por ejemplo, una persona trans? ¿O si te atrae alguien no binarie, queer, o cuya identidad de género no es binaria? Entonces ya no estás conectando solo con el cuerpo físico, sino con la energía, con lo que esa persona te transmite a un nivel más profundo. A este tipo de orientación se le llama pansexualidad. Las personas pansexuales (como Miley Cyrus, por ejemplo) sienten atracción más allá del género o del sexo asignado.

Y ahora vamos con uno de los ejemplos menos entendidos: las personas asexuales. Estas personas no sienten atracción sexual hacia nadie. Pero eso no significa que no puedan enamorarse, tener pareja o disfrutar del sexo bajo ciertas condiciones. Simplemente, el deseo sexual no aparece de forma espontánea. ¿Viste The Big Bang Theory? Pues yo consideraría a Sheldon como un ejemplo de persona asexual. (Aunque nunca lo dicen explícitamente, su falta de interés sexual es bastante evidente).

Y no, no es una moda. No es “confusión”. No es una “etapa”. Es simplemente que el deseo humano no se puede encerrar en una caja con dos etiquetas.

💅🏼 Expresión de Género

Aquí hablamos de lo que expresamos hacia afuera, de lo que mostramos a los demás. La expresión de género es cómo te presentas al mundo: tu estilo, tus gestos, la ropa que usas, los colores que eliges, el maquillaje (o la ausencia de él), incluso tu forma de caminar o hablar. Vivimos en una sociedad que todavía encasilla casi todo: actividades, gustos, profesiones y hasta colores dentro de un género u otro.

Te doy un ejemplo claro: si te gusta el fútbol, la cerveza, los autos y el ejercicio intenso, entonces “te gustan cosas de hombres”. Pero si te gusta el maquillaje, la cocina, hacer yoga o bailar, entonces te etiquetan con “cosas de mujeres”. Y no solo eso. Lo que vistes, el trabajo que tienes, cuánto glitter decides ponerte (o no), todo es leído como una “pista” sobre tu identidad. Ya sabes, ese eterno azul para niños y rosa para niñas que nos marcan desde que nacemos. 

Todo eso se convierte en una especie de envoltorio. Pero ojo: no por ser envoltorio es superficial. A veces ese envoltorio nos salva, nos afirma, nos libera (como un hombre que acepta su parte femenina y usa tacones con orgullo). Y otras veces, nos encierra. Porque muchas personas, por miedo a no encajar, adoptan una forma de mostrarse que no tiene nada que ver con lo que realmente son.

Claro que expresarse libremente tiene un precio: los prejuicios. Si una mujer se viste con ropa “masculina”, la tachan de lesbiana. Si un hombre es delicado, usa falda o se maquilla, lo asumen gay. ¿Y si te digo que la expresión de género no tiene nada que ver con la orientación sexual? Spoiler: ¡no tiene nada que ver!

¿No me crees? Harry Styles puede aparecer en la portada de Vogue con un vestido y seguir siendo heterosexual. Billie Eilish puede vestirse como skater callejero y no por eso deja de ser una mujer sexy y segura de sí misma. Y tú puedes amar el rosa sin tener que justificarlo. O pasar la semana en sudadera y chándal y seguir siendo igual de válida.

La modernidad lo ha dejado claro: Mujeres compitiendo en deportes que antes se creían “masculinos”, como el boxeo o las artes marciales. Y  hombres que suben tutoriales de maquillaje con más éxito que muchas marcas de lujo. La ropa, los colores, los gestos y los estilos no tienen género. A mí, por ejemplo, me gustan muchas “cosas femeninas”, pero también soy fan del terror, del contenido perturbador, del gore, de las series y películas que te dejan mal del coco. Don Besucón me dice "la princesita del terror"... y la verdad, no podría describirme mejor.

¿Un hombre heterosexual con crop top y delineado negro? Sí, existe. ¿Una mujer lesbiana con vestidos largos y tacones? También. ¿Una persona no binaria con camisa blanca y jeans clásicos? Obvio. Porque, adivina qué: no hay un "look" obligatorio para cada identidad.

Y luego están esas personas que, con solo verlas, te dejan confundida… pero fascinada. Las personas andróginas. Su forma de vestir, su estética y su presencia combinan lo que la sociedad llama "masculino" y "femenino" de una forma tan natural que descoloca a quien necesita etiquetas claras para sentirse cómodo. ¿Es hombre? ¿Es mujer? ¿Y si simplemente es andrógino y no necesita explicarlo? La androginia es una de las expresiones más visibles del “gris” dentro del género, y lo más bonito es que no necesita definición. Solo autenticidad.

Ahora imagina que mezclamos todas estas categorías. ¿Sabes cuántas combinaciones hay? ¡Muchísimas! Y todas son válidas, genuinas y respetables.

Lo importante, al final, no es cómo te perciban los demás ni qué etiqueta te coloquen. Lo único que importa es que puedas sentirte libre de ser quien eres. Con tu personalidad, tu forma de ser, de ver el mundo y de experimentar la sexualidad. (Ojo, con esto no digo que las cosas ilegales o poco éticas deban ser toleradas, yo hablo de expresiones inofensivas y de amor consensuado, legal y consciente.)

Seguramente hoy aprendiste algo nuevo, aunque sea un poquito. Yo, al escribir este post, me divertí. No solo porque el tema me pareció interesantísimo, sino porque me encanta la variedad. Vivimos en un mundo cada vez más polarizado, lo cual es muy injusto. Hemos peleado mucho por alcanzar derechos que ahora algunos quieren arrebatarnos. Pero hay que seguir firmes. Hay que seguir siendo nosotres. Hay que seguir luchando por nuestro orgullo: el orgullo de ser quien eres, de expresarte como quieres y de vivir la vida a tu manera.

¡Nos leemos en el próximo post!🌈💘

Fuentes para esta entrada: 

¿Sabes qué es la diversidad sexual y de género? | Consejo Nacional de Población | Gobierno | gob.mx

LGBTIQ+: Diversidad sexual y de género

diversidad.sexual

¿Qué es la diversidad sexual explicación fácil?


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2 comentarios:

  1. Buenas tardes felicidades un buen tema

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    1. ¡Muchísimas gracias Eva! Po el comentario y por leerme😊❤ ¡Que bonito que te haya gustado!

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