Hace unos meses, un viejo amigo de Venezuela vino a visitarme a Valencia. Hacía siete años que no nos veíamos, así que te podrás imaginar mi emoción al reencontrarnos. Compartíamos aficiones, gustos, y también el hecho de sentirnos parte de la comunidad. Lo llamaremos Mr. Rosa Pastel, para que te hagas una idea de su personalidad. La cuestión es que nos pusimos a recorrer Valencia. Él nunca había estado aquí, así que me tomé muy en serio la tarea de ser su guía turística personal.
Justo vino en época de Fallas, así que las calles estaban repletas de gente y de comercios: puestos de comida, tiendas de recuerdos, bebidas por todas partes. Si no sabes lo que son las Fallas, te lo resumo: son unas festividades donde se cierran calles y se colocan grandes estatuas de cartón para burlarse (con arte y fuego) de la política, las redes sociales o la cultura pop. La verdad es que son muy divertidas.
Cuando hay Fallas, el mejor plan es simplemente caminar por la ciudad y disfrutarlas mientras te comes unos buenos churros con chocolate caliente. Caminando por la ciudad y, en nuestro último día juntos, nos topamos con una tienda que, solo por la pinta, ya nos pedía a gritos que entráramos. Había ropa de hombre, sí, pero no masculina. Eran tops, camisas de red (mesh tops), pantalones muy ajustados… podríamos decir que nos topamos con una mezcla entre boutique, museo del placer y templo de la libertad sexual 🏳️🌈Mr. Rosa Pastel no se pudo resistir, y como a mí no me gusta la guachafita (guiño, guiño), le di el empujoncito final: “¿Entramos?”.
El nombre de la tienda era ES Collection. Es una franquicia de moda para gays el cual es muy famosa en Europa. Tienen sucursales por toda España (incluyendo Ibiza) y por varias capitales de Europa. La primera zona que te encuentras al cruzar la puerta es la de ropa deportiva, con chándales, camisetas, sudaderas y esas ya mencionadas camisas de red. A medida que avanzas, la cosa se pone más interesante: ropa casual, calzado, ropa interior (aquí hago un inciso: cuando digo ropa interior, no me refiero a los boxers de tu chico ni a los calzoncillos de tu padre. Hablo de tangas masculinas. De esas que tienen su espacio para que el pene esté cómodo, pero por detrás... sorpresa: es tanga) y trajes de baño. También hay accesorios, como gorras, medias, pulseras… todo con ese toque queer, divertido y provocador.
Pero a medida que te vas adentrando en la tienda, lo provocador se queda atrás y entramos de lleno en lo sin censura. Aquí la ropa ya no es para ir al gimnasio ni para brillar en un festival. No, no. Estamos hablando de accesorios y prendas pensadas para jugar… pero en la cama.
En esta zona encontré penes de goma, arneses, látigos, plugs, y más ropa interior junto con trajes de baño aún más atrevidos que los anteriores. (Tranquilidad: también tienen bañadores que no son tangas… porque aquí hay para todos los gustos, y todos los culos). Y, por supuesto, no podían faltar los disfraces: de marinero, de policía, de bombero… incluso había un maniquí con un cuerpo musculoso disfrazado de cowboy (claro, dejando muy poco a la imaginación)
Los accesorios eróticos estaban claramente pensados para el juego entre hombres. Había máscaras, collares, y todo tipo de complementos de cuero y de BDSM. En el mundo gay, esa estética es muy común. De hecho, en mi post sobre el BDSM ya te comenté que fueron los hombres gays quienes tomaron la estética del cuero de los motociclistas y la transformaron en un lenguaje erótico. El cuero dejó de ser una simple prenda: se convirtió en una expresión, en una revolución, en un estilo de vida.
Pero justo cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo… ¡aparecieron las faldas! Sí, amiga: faldas. Y no para mujeres. Algunas, incluso, venían con una tanga incorporada. Un escándalo. Obviamente, Mr. Rosa Pastel se llevó una. ¿Y cómo no? ¿Cuántas veces has visto una falda masculina erótica? En mi caso, era la primera. Y no solo se llevó la falda: aprovechó la ocasión y la casualidad para hacerse con varias cosas más. No es una tienda barata, pero vale la pena. Lo que él se compró ahí no se lo verás puesto a nadie más (te lo aseguro). Es ropa pensada por gays y para gays. Y se nota.
La vibra que se siente en este lugar, desde que lo ves por la calle hasta que entras en su rincón más prohibido, es simplemente fabulosa. Y claro, la atención: de 10. El chico que nos atendió hasta nos regaló unas mochilas. Yo, antes de irme, le prometí que escribiría un post sobre su tienda en mi blog… y aquí estoy (siempre intentando cumplir mis promesas).
Este es un sitio donde no te juzgan. Los hombres que compran allí lo sienten como un refugio de autenticidad. Un lugar donde pueden ser ellos mismos: hablar como quieran, vestir como quieran y tener los gustos sexuales que quieran. Que existan espacios así es importante, incluso fundamental, para estas comunidades. A mí también me pasa: cuando entro a una tienda venezolana, me siento en casa. Siento que pertenezco a algo. Y eso… eso es profundamente humano.
No podía no hablar de este sitio. Genuinamente me impactó. Sé que mi audiencia es mayormente femenina, y que para nosotras no hay mucho en estas tiendas. Pero me encanta la diversidad, lo atrevido, lo juguetón. Me gusta que las personas se expresen a través de lo que llevan puesto.
La ropa, más que cubrirnos (que también), nos da una identidad visual. Las personas te pueden reconocer por lo que llevas puesto. Y es hermoso que existan tiendas como esta. Así como yo amaba las tiendas góticas o de roqueros cuando era adolescente (y no había muchas en mi ciudad), porque me permitían vestirme como quería. Como me sentía. Como me expresaba.
Este año hay mucha tensión. La comunidad siente que está perdiendo derechos, esos por los que han luchado durante tanto tiempo. Estamos a las puertas de una guerra, pero también estamos sufriendo la polarización, la radicalización y los discursos de odio. La comunidad, y también las mujeres, estamos viendo cómo se retrocede en algunos avances que dábamos por ganados.
Por eso, hoy más que nunca, hay que estar unidas y unidos. Hay que dejar de ver la diferencia y empezar a ver las similitudes que compartimos. Todas y todos cabemos. Este mes del Orgullo, para mí, tiene más valor que en otros años. Por la tensión, por la falta de apoyo de compañías (que antes se lucraban de este mes y ahora le dan la espalda a la comunidad), y por la cacería de brujas que están viviendo muchas personas por culpa de ciertos discursos políticos. Pero no me quiero despedir así. Mi mensaje es de amor, de paz y de unión. Esta semana se acaba el mes del Orgullo, pero la lucha sigue. Todo el año.
Espero que tengas un lindo verano. Aquí ya se empieza a notar bastante el calor… pero bueno, quizá una vuelta por esta tienda te ayude a refrescarte la mente. 😏 Te dejo el link se su tienda por si quieres echarle una miradita (guiño, guiño).
ES Collection Web Oficial | Bañadores, ropa interior, ropa deportiva y moda casual para hombres.
¡Nos leemos en el próximo post! ✊🏽🏳️🌈
👍👍👍👍👍
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