Lo que nadie te cuenta sobre la chica unicornio

    ¿Un mito o una realidad? Quizá no sea del todo un mito, pero tampoco es algo que abunde. Esta semana vamos a reflexionar sobre una de las fantasías sexuales más buscadas… y a la vez menos experimentadas. ¿Sabías que internet está lleno de advertencias sobre esta práctica? Y no es para menos: tiene reglas no escritas que se deben seguir al pie de la letra. Si los límites no están claros, puede volverse una bomba emocional. Pero tú sabes que en este blog no juzgamos los deseos de nadie. De hecho, hoy voy a defender esta práctica porque sí: en una etapa de mi vida fui una chica unicornio. Y no fue tan malo como lo pintan. De hecho… fue bastante interesante. 🦄

Pero para empezar debemos tener claro ¿qué es una chica unicornio? y ¿por qué es tan deseada? La chica unicornio es esa mujer bisexual, libre y sin ataduras, que está dispuesta a ser el centro del deseo de una pareja heterosexual. Sí, esa que entra en tu cama para cumplir la fantasía de los dos (aunque muchas veces sea más la de él). Es deseada, idealizada, buscada… pero casi nunca encontrada. Por eso el nombre. Porque encontrar una unicornio es como encontrar tu talla en las rebajas de verano: improbable, pero no imposible. ¿Te has preguntado alguna vez por qué esta fantasía es tan vigente ya la vez controversial?

No muchas mujeres se sienten cómodas prestando su sexualidad para que una pareja ajena se divierta. Y no es porque falte deseo, es porque a veces el marco no está bien sostenido: hay reglas, hay egos, hay celos. El trío se vive como un juego, pero también puede ser un campo minado emocional si no se habla claro. 

Y claro, cómo no. No es lo mismo hacer un trío entre tres personas solteras, donde lo que abunda es la diversión y el disfrute sin compromisos, que hacerlo con una pareja estable, un matrimonio... o incluso entre dos exes (sí, eso también pasa, y es muy raro). Y estarás pensando: “Bueno, si la chica es bisexual, seguro que lo disfruta más.” Sí... pero no. Te explico: cuando disfrutas de ambos sexos, al final del día estás disfrutando de personas. Personas que pueden caerte bien o mal. Que pueden atraerte o no. Que incluso pueden hacerte sentir incómoda, usada o fuera de lugar.

Y aquí es donde muchas veces se rompe la magia: porque la chica unicornio no es un juguete sexual para el entretenimiento de una pareja. Es una mujer libre que ha decidido voluntariamente divertirse con ellos en un contexto acordado, controlado y, sobre todo, respetuoso. 

En las apps de citas existe una nueva moda: perfiles de parejas heterosexuales buscando una chica para "divertirse". Muchas lesbianas y bisexuales, que solo quieren salir con mujeres, ven sus posibilidades muy reducidas, ya que en estos perfiles hay muchas parejas buscando la tan deseada chica unicornio. ¿Y qué pasa si solo quieres conocer a una chica sin que un hombre esté detrás del perfil? ¿Es eso mucho pedir?

Y esto, créeme, no es menor. Muchas mujeres bisexuales o lesbianas solo quieren conectar con otras mujeres, sin un hombre en la ecuación. Pero se encuentran con perfiles de parejas buscando “diversión”, como si las mujeres estuviéramos reducidas al rol de entretener.

Yo misma me topé con un montón de estos perfiles cuando estaba soltera. Como soy bisexual, no ponía filtro de género... y claro: ves la foto de una chica, te parece atractiva, haces match, y cuando deslizas para ver más fotos: ¡BOOM! Ahí está la foto con el novio. La traición. La decepción.

Y sí, si eres bisexual y ambos te llaman la atención, puede que aún haya posibilidad de intentarlo. Pero, ¿qué pasa si solo estás buscando conocer a una chica? Ahí es cuando se siente invasivo e innecesario. Yo respeto mucho la fantasía del trío (de hecho ya sabes que la he vivido), pero invadir los espacios de citas para mujeres también tiene consecuencias. Estamos limitando a una comunidad entera que busca conectar con libertad, con intimidad, sin la intervención de un hombre. Y eso también es muy válido. Muy necesario. Muy justo.

No todas las personas que entran a las apps de citas están buscando solo placeres de una noche. Y mucho menos dentro de la comunidad de mujeres homosexuales. Reducir a una mujer a un mero objeto de desfogue, a alguien que está ahí solo para el goce ajeno, como si todo fuera: entra, disfruta, sal y no molestes, es deshumanizante. La diversión puede ser increíble, sí. Pero siempre debe ser desde el consentimiento y la comodidad de todas las personas involucradas. No se trata solo de que sea “hot”, se trata de que sea justo, consciente y placentero para todas.

Las reglas del juego...

Para poder llevar a cabo la fantasía del trío con una chica unicornio, es necesario seguir ciertas reglas. Y sí, deben quedar clarísimas desde el principio. Solo así todas las personas involucradas podrán sentirse cómodas, respetadas y realmente a gusto.

Aquí van algunas básicas (y no negociables):

1. Debe ser bisexual. Pues claro: la idea es que pueda relacionarse sexualmente con ambos miembros de la pareja, y que lo disfrute. Si no te gustan las mujeres, mejor ni te metas en este kilombo emocional (como dicen mis amigas argentinas). No es una obra de caridad, es una práctica que requiere deseo real por ambas partes.

2. No buscar una relación emocional con ninguno de los dos. Esto es clave. La unicornio está ahí para una experiencia puntual, para cumplir una fantasía, no para meterse en el triángulo amoroso del año. Porque sí, el roce hace el cariño... y a veces también hace líos. Así que mejor poco y bueno, que mucho y complicado.

3. Todo se pacta antes, no durante. Es mejor dejar las cosas claras antes de desnudarse, porque el placer y el deseo pueden provocar comportamientos que quizás no son aceptados. Si hay restricciones o límites, deben hablarse antes de que empiece el juego. Y sí, aunque parezca obvio, no siempre lo es.

4. Nada de secretos ni juegos sucios entre la pareja. Es fundamental tratar a esta persona con respeto. No es un objeto ni un extra en su película erótica, es una persona. Por eso, si van a consumir alguna sustancia (incluyendo alcohol), es esencial respetar los límites de todos los involucrados. La pareja debe revelar sus intenciones desde el minuto uno y asegurarse de que nadie se sienta excluida del momento. Una unicornio no viene a ser la espectadora pasiva del deseo ajeno; viene a formar parte del disfrute en igualdad de condiciones.

5. El acto puede terminar en cualquier momento. Si alguna de las personas involucradas no se siente cómoda, se puede dar por terminado el encuentro. Nadie está obligada a complacer a nadie si no le apetece. Tienes el derecho y el poder de irte cuando quieras. Esa es tu decisión. Y es innegociable.

6. La protección va primero. Esto es súper importante. Aunque la pareja tenga prácticas sin protección entre ellos, la unicornio debe estar protegida. Yo recomiendo el condón femenino: permite más libertad de movimiento y juego. Pero sea cual sea el método, lo esencial es que se cuide la salud de todas las personas involucradas. Sin excepciones.

Y ahora te estarás preguntando: ¿cómo que fuiste una chica unicornio? Tranquila, no es que me haya salido un cuerno en la frente. Antes de que esto se pusiera de moda, antes de que existiera este mito sexy alrededor, yo ya había estado con alguna pareja heterosexual. De forma puntual, sin expectativas emocionales, simplemente por diversión. Y la verdad, eso me permitió disfrutar una parte del sexo que a veces se juzga mucho: la de ser la fantasía cumplida de alguien. No desde la sumisión, sino desde el juego, desde el poder de saber que estoy ahí porque yo también quiero.

En Venezuela lo viví alguna vez, y en Argentina también. Ya cuando estaba en Buenos Aires, Tinder era una locura: la sección de chicas estaba invadida por perfiles de parejas buscando a su unicornio. Y ojo: mujeres que han hecho tríos con parejas han existido toda la vida. Y sí, tampoco olvidemos que esta fantasía también se puede "contratar" (eso ha pasado siempre y seguirá pasando). Pero la diferencia es que ahora muchas parejas la están buscando activamente en apps que, en principio, no fueron creadas para eso. Tinder no es una agencia de casting sexual, y cuando se usa así, se termina interfiriendo con la experiencia de muchas mujeres que solo quieren conocer a otras mujeres.

Una mujer bisexual simplemente fluye con el momento y con las propuestas, pero eso no significa que todas tengan la fantasía de estar con una mujer y un hombre al mismo tiempo. Cuando yo lo experimenté, fue porque quise. Nadie me obligó. Fui, me la pasé bien, y punto. Porque más allá de lo erótico, me reí, me sentí cómoda y me sentí respetada. Simple, pero básico. 

Ser una chica unicornio no se reduce a una fantasía. Experimentar este rol puede volverse parte de quien eres, explorando lo que deseas y lo que no estás dispuesta a negociar. Siempre te voy a invitar a explorar tu sexualidad de forma libre, consiente, honesta y consecuente, no desde la presión. Si decides alguna vez explorar ser una chica unicornio, recuerda que debes tener la certeza de que estás disfrutando, que fuiste tú quien decidió estar ahí, quien dejó los imites claros y quien disfrutó sin traicionarse. 

La chica unicornio no es un mito. Existe. Está ahí afuera. Y a veces, se ríe, se corre y se va. Pero si vuelve, que sea porque también es su fantasía, no solo la tuya. Así que ya sabes: si te cruzas con una unicornio, trátala bien. No todos los días se aparece un ser mitológico... y menos uno que sepa lo que quiere. 

¿Y tú? Si alguna vez fueses una unicornio... ¿serías la que cumple la fantasía o la que pone las condiciones?

¡Nos leemos en el próximo post!🦄💜

Fuentes para esta entrada: 

¿Qué es una chica unicornio? | GQ

Qué son las ‘mujeres unicornio’ y por qué las parejas heterosexuales las buscan tanto | Glamour

La ‘mujer unicornio’, la nueva obsesión de las parejas heterosexuales en las ‘apps’ para ligar | Placeres | S Moda | EL PAÍS

Chica unicornio • Ángela Aznárez - Sexología y Psicología

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