Buenos Días mi amor...

  
     Empezar el día puede ser complicado: la rutina, las responsabilidades y el estrés pueden afectar nuestro bienestar. Yo siempre he pensado que la mejor forma de combatir los malos pensamientos o las emociones incómodas es dejándolas estar y, sobre todo, consintiéndote a ti misma. ¿Y si en lugar de arrancar el día con prisas buscamos una forma más electrizante de despertarnos? Si hay algo que garantiza empezar la mañana con buena energía (y una gran sonrisa), es un buen mañanero. No hablamos de café ni de yoga al amanecer, sino de ese otro “desayuno” que sube la temperatura y deja el cuerpo activado. ¿Cómo das tú los buenos días? 😏

El otro día me topé con un video, un fragmento de lo que parecía ser un podcast, donde dos mujeres maduras condenaban el mañanero. Decían que debería estar prohibido, que ni debería existir. Y aunque puede que muchas mujeres piensen como ellas, a mí me sabe mal. ¿Por qué deberíamos tener una hora fija para el disfrute? Las mujeres tendemos a organizarnos, somos pragmáticas y nos gusta tener todo bajo control, incluso queremos organizar o programar nuestra intimidad. Pero, al planearlo todo tanto… ¿realmente estamos fluyendo?

Ya no se trata de tendencias ni de si a los hombres les gusta más que a las mujeres. Vale, puede que así sea, pero… ¿realmente somos conscientes del porqué? Y ojo, que yo misma soy de las primeras en querer organizar cada minuto de mi día, pero sé que eso me pasa factura. Cuando todo está programado, dejas de ser espontánea y te cuesta dejarte llevar en cualquier momento, lo que inevitablemente termina afectando la conexión con tu pareja.

Aclaro que no se trata de echarnos la culpa, para nada. Las dinámicas y las rutinas las construimos en pareja, pero déjame hacerte una pregunta: ¿cuántas veces te has negado a un mañanero porque te levantas con prisas y con la mente llena de “tengo que…”?

Te invito a que te dejes llevar, sin más. Yo he encontrado en la espontaneidad que me ofrece Don Besucón un alivio único (sabemos que los hombres, por lo general, son más espontáneos cuando de intimidad se trata). Antes era de las que se levantaba con prisa, incluso sin necesidad. Pero ahora, quedarme unos minutos más en la cama, abrazada a él después de un mañanero, le da a mi día una nueva energía. No resuelve todos los problemas ni hace desaparecer las responsabilidades, pero estás invirtiendo tiempo en tu pareja, cultivando la conexión, y eso tiene un valor enorme. A mí me ha cambiado el estado de ánimo y me ha dado una sonrisa desde el primer momento. La intimidad no debería relegarse a un “cuando tenga tiempo”, “cuando no esté tan cansada”, “cuando esté depilada”… ¿Y cuándo será ese momento? ¿Cuándo ya no sintamos deseo?

Las mujeres tendemos a preferir la intimidad por las noches. Es cierto que duermes como una bebé, pero también porque es el momento del día en el que realmente eres capaz de dejarte llevar; ya no hay nada más que hacer hasta el día siguiente, lo que te permite relajarte. Pero, ¿no te parece limitante tener intimidad solo por la noche? La chispa y la atracción se debilitan si intentamos programar el “cómo”, “cuándo” y “dónde” tendremos intimidad. Dejarse llevar en otros momentos del día puede ser un reto al principio, pero notarás cómo fluyes de otra manera. Es cuestión de permitirte ese espacio para el disfrute en cualquier momento, no solo cuando “todo está listo” o cuando “el día se acaba”. La espontaneidad puede despertar más deseo del que imaginas, y al final, lo único que importa es cómo te sientes con tu pareja, sin presión, sin horarios.

El mañanero puede ser una buena forma de explorar otras opciones y también de permitirnos disfrutar de nuestra intimidad en otros momentos del día. En mi casa no falta el mañanero, es parte de mi dieta y mi mejor desayuno (guiño, guiño). No es todos los días, pero cuando podemos y nos fluye, no ponemos excusas. Nos gusta empezar el día con amor, y amiga, eso es algo que yo realmente te recomiendo. ¿Por qué esperar a la noche para sentirte bien, si puedes empezar el día con una sonrisa? 

Beneficios del Mañanero

1. Te despierta mejor que el café. Durante el sexo matutino, el cuerpo libera endorfinas y oxitocina, lo que reduce el estrés y te pone de buen humor. Mucho mejor que un mal expreso de la maquina o la cafetera de tu trabajo y también mucho más barato, pues el pago es energía y mimos (guiño, guiño). 

2. Quema calorías. No es que vayas a reemplazar el gimnasio, pero unos minutos de acción bajo las sábanas cuentan como cardio (y sin pagar cuota mensual). Según un estudio publicado  en la revista PLoS ONE, una sesión de sexo puede quemar entre 50 y 100 calorías, dependiendo de la intensidad y duración de la actividad. Aunque no sustituye una rutina de ejercicios, definitivamente cuenta como un ejercicio cardiovascular, y además es mucho más divertido que estar en una bicicleta estática.

3. Refuerza la conexión en pareja. Despertar con besos, caricias y un poquito de travesura ayuda a fortalecer la intimidad y el vínculo emocional. Además, es una forma muy convincente de evitar discusiones por quien hace el desayuno, ya que ambos se comen juntitos. 

4. Potencia el sistema inmunológico. ¿Sabías que tener sexo regularmente puede ayudar a que tu sistema inmunológico esté más fuerte? Un estudio de Planned Parenthood demuestra que tener relaciones sexuales una o dos veces por semana aumenta los niveles de inmunoglobulina A, un anticuerpo que protege contra resfriados. O sea, ¡si quieres evitar ponerte enferma, ya sabes lo que tienes que hacer! Un mañanero no solo te pone de buen humor, también te ayuda a mantenerte saludable. ¿Quién lo diría?

5. Aumenta la testosterona y el estrógeno. El mantener relaciones sexuales de forma regular (y más si le haces un hueco por la mañana) tiene muchos beneficios físicos para nuestro cuerpo y hormonas, ¡el mañanero tiene mucho más poder del que piensas! No solo te pone de buen humor, sino que también sube tus niveles de testosterona y estrógeno. ¿Qué significa esto? Mejor energía, piel más radiante (cabello y uñas incluidos) y un estado de ánimo de 10. Así que, ¿por qué no empezar el día con una dosis de hormonas felices y un poquito de acción bajo las sábanas? ¡Te lo aseguro, tu cuerpo lo agradecerá!

Consejitos para un Mañanero Exitoso

1. Mantén agua a la mano: Porque el "aliento matutino" es real (y suele frenar a muchas muejres), y nadie quiere que la pasión se esfume por un dragón en la boca. Un buen sorbo antes y después y todo listo.

2. No pongas alarmas agresivas: Nada mata el mood como un despertador sonando como si hubiera un incendio. Opta por algo suave, tipo "despertar en la selva tropical". Así la transición es más placentera. 

3. Aprovecha la pereza: Despierta despacio, no hay prisa. Solo necesitas entre 5 a 10 minutos para despertar, haz que sean dulces y tranquilos. No hace falta una sesión maratónica, puede ser un rapidito pero con calma. ¡Menos es más, sobre todo a primera hora!

4. La ropa no es obligatoria: Deja que el "casi desnudo" sea tu estilo matutino. A mi me gusta irme a la cama desnuda cuando tengo ganas de divertirme, no hay nada más cómodo que estar piel con piel, así el despertar es más suave. La comodidad es clave para un buen despertar… y el calorcito también.

Organizarse en la vida es esencial, claro, porque mantener todo bajo control es la receta para que las cosas funcionen, pero… ¡cuidado! No dejes que todo ese control te robe la espontaneidad y la chispa de tu relación. Dejarse llevar también es vivir, y el mañanero es una de esas pequeñas aventuras que nos recuerdan lo divertido que es dejarse sorprender. No hay que condenarlo, hay que valorarlo y darle la oportunidad de hacer tu día mucho más sabroso. Así que ya sabes, si quieres empezar el día con el pie derecho (y las piernas temblando), dale una oportunidad al mañanero. Mejor que cualquier café, ¡garantizado! Y no olvides, al terminar, decirle con una sonrisa: "Buenos días mi amor…"

¡Nos leemos en el próximo post!🌞❤

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