Imagina que tienes un vuelo largo. Estás recostada en el asiento y no logras dormir. La altura, los nervios y hasta el aburrimiento te mantienen despierta. Tu pareja está a tu lado, igual de aburrido que tú. Y, para prender un poco el momento, empieza a manosearte por zonas deliciosas… y eso te enciende. Lo viste en muchas películas, lo escuchaste en demasiadas anécdotas. ¿Y si nos vamos al baño? Miras el pasillo con discreción y ves que tienes la oportunidad perfecta para entrar, por primera vez, al grupo más selecto, idealizado y fantaseado del mundo. Esta semana exploremos juntas una de las fantasías más comunes entre hombres y mujeres. ¿Cuántas veces has fantaseado con esta escena? ¿Eres de las que imagina este escenario con su pareja… o de las que lo vive en su cabeza con un desconocido? Ajusta el cinturón, reina. Este vuelo va de deseo, adrenalina y ese pequeño placer de romper las reglas sin romper nada ¿Despegamos juntas? ✈️
Pero empecemos por el título: ¿qué es el Mile High Club? Pues una manera elegante (y también un poco mainstream) de llamar al hecho de tener sexo (o cualquier práctica sexual) en un avión. Y aunque no es nada nuevo, sí es bastante popular. La idea me vino de un video de YouTube y dije: ¿por qué no? Es un tema interesante. ¿Alguna vez has hecho travesuras en un avión? Yo te tengo que confesar que no. Con cómo están las aerolíneas hoy en día, ya es un milagro simplemente llegar a destino. Pero no te voy a negar que he fantaseado más de una vez con hacerlo (aunque en la vida real sea poco factible).
Verás, los aviones, además de estar llenos de gente y con la tripulación pasando cada dos minutos, tienen unos baños ridículamente pequeños. ¿No te ha pasado que incluso para orinar es un desafío por lo estrechos y nada prácticos que son? Pareciera que quien diseñó esos espacios pensó en robots que hacen sus necesidades de pie, no en humanos de carne y hueso.
Claro, sin embargo sigue siendo una fantasía muy común, sobre todo entre mujeres (o eso dicen algunos artículos). ¿Por qué nos atrae tanto hacer cosas que son difíciles o directamente prohibidas? ¿Qué tan excitante es ese miedo a ser descubierta? Supongo que, por un lado, si estás en un viaje romántico, puede que las ganas de “calentar motores” antes de llegar al destino te lleven a querer cumplir esta fantasía. Y por otro, está el factor adrenalina, que siempre sube la temperatura.
Un estudio de Jetcost reflejó que “seis de cada diez españoles ha tenido sexo durante un vuelo”. Un número que honestamente me sorprendió. Pero claro, no todo es meterse al baño: también entra en juego la masturbación mutua (debajo de una manta, bien disimulado pero terriblemente excitante), y hasta una pequeña “cantadita” con el micrófono de tu acompañante (guiño, guiño).
Y ojo, esta fantasía no se limita solo a los pasajeros. Los tripulantes de cabina también juegan lo suyo en los vuelos. De hecho, el personal a bordo es quien prueba de primera mano muchas de estas aventuras. Y aunque también existen situaciones nefastas (como agresiones o acoso hacia las azafatas o tripulantes por parte de pasajeros, compañeros o incluso pilotos, un tema del que casi no se habla) tampoco podemos negar que, en otras ocasiones, estas prácticas ocurren por puro fetiche o deseo compartido.
Estuve leyendo algunos artículos para informarme un poco para este post, y me topé con algo interesante: hay aerolíneas que, a través de vuelos privados, te ofrecen intimidad, romanticismo y mucho lujo (obvio) para que puedas cumplir tus fantasías más atrevidas. Sí, existe, ¡te lo juro! Claro, es carísimo y las mortales como tú o yo no podríamos pagarlo, pero la idea me atrapó igual. Tiene algo muy divertido: estás en el cielo, volando… y al mismo tiempo estás disfrutando.
Eso ya existe con los yates pequeños, claro. Pero no tenía ni idea de que también podías hacerlo en un avión. Y no podemos negar la influencia de la cultura pop en todo esto. Lo hemos visto en incontables ocasiones en el cine, en series y en películas: El Aviador, Amor a primera vista, Up in the Air… Toda esta estética ha alimentado ese fetiche colectivo que tenemos por hacer algo erótico durante un vuelo largo. Ese momento en el que apagan las luces, la gente duerme, y la calma y el silencio se vuelven tus aliados.
También me encontré con otro dato interesante: algunas personas aseguran que, por la presión y la altitud, las sensaciones se intensifican. ¿Será cierto? Puede que sí, puede que no… pero el morbo de hacerlo en un sitio público y la adrenalina de “¿y si nos pillan?” también juegan su papel. Sea como sea, ¿estarías dispuesta a formar parte de este club? Y aquí viene la parte más curiosa: cuando se reduce ligeramente la cantidad de oxígeno mientras estás teniendo relaciones, muchas personas describen un orgasmo más intenso (de ahí prácticas como la asfixia erótica). Y aunque en un avión la reducción es leve, sí es verdad que a mayor altura las sensaciones pueden modificarse un poco. ¿Realidad o mito? No lo sé. Pero como fantasía… funciona de maravilla.
Eso sí, como la realidad nunca es tan divertida como la fantasía, hacer este tipo de prácticas tiene sus consecuencias. Desde que la tripulación te llame la atención, hasta posibles multas o sanciones si consideran que alteraste el orden del vuelo (algunas aerolíneas incluso pueden vetarte). Hay que tener mucho cuidado y, sobre todo, discreción. La broma deja de ser divertida cuando te toca pagar una multa dolorosamente cara por un ratito de diversión. Aun así… eso también forma parte del morbo, ¿no?
Y bueno, como últimamente escribo muchas palabras (y eso que no ves los borradores ni todas las frases que se quedan fuera), esta semana lo dejaremos hasta aquí. Me gustaría leerte: ¿alguna vez has hecho una travesura en un avión? Y si no… ¿estarías dispuesta a probar? Yo creo que podría animarme, pero solo en un vuelo nocturno; de día lo veo misión imposible. Estoy segura de que a Don Besucón le encantaría la idea (él es superfán de hacer cosas en sitios públicos). Mientras tanto, seguiré dejándome llevar donde el cuerpo me lo pida y el deseo me lo exija… a 10.000 metros o no.
¡Nos leemos en el próximo post!✈️🔥
Fuentes para esta entrada:
La Libido Levanta el Vuelo - La Razón
El 68% de las azafatas de EEUU ha sufrido acoso sexual por parte de pasajeros - elEconomista.es
Sexo en el avión: del mito a la realidad - Aviación al día
¿La altitud tiene algún impacto en el sexo? - Columbia Health
Interesante jejeje
ResponderBorrarGracias por leerme❤️
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