🚨ALERTA SPOILER: No leas este post si estás comiendo o si acabas de comer. Esta semana hablaremos de un tema controversial pero, sin duda, interesante. En el mundo, la diversidad es lo que más impera, y la sexualidad humana no se escapa de esa diversidad. En este universo lleno de contrastes y colores, existen prácticas y preferencias que parecen no encajar con lo convencional, pero que, aún así, están ahí. Eso sí, en este blog condenamos la violencia y el maltrato a cualquier ser vivo. Por eso, hoy descubriremos qué preferencias pueden ser raras pero inofensivas, y también aquellas que no solo estigmatizan a quienes las padecen, sino que condenan a quienes no pueden controlar sus impulsos. ¿Estás lista para descubrir el mundo de las Parafilias?
Para entrar en contexto, primero necesitamos responder: ¿qué es una parafilia? En términos simples, son formas de excitación sexual que se dirigen hacia objetos, situaciones o individuos que no encajan dentro de la norma social. Ahora bien, no todas las parafilias son un problema. Para que se considere un trastorno parafílico, la práctica debe causar sufrimiento a quien la tiene o daño a otras personas (como ya veremos más adelante). Para que me entiendas mejor: si esta preferencia sexual afecta tu bienestar personal y mental, entonces estamos hablando de un trastorno.
Un trastorno parafílico puede deteriorar gravemente la calidad de vida de quien lo padece, ya que genera angustia, ansiedad y una sensación de falta de control. Los impulsos son intensos, recurrentes y persistentes, afectando no solo la vida sexual y emocional, sino también el entorno laboral, social y familiar. No la pasan bien para nada.
Para que te hagas una idea, imagina que estás en el trabajo y de repente sientes una excitación incontrolable al ver una máquina expendedora (es como si esa máquina fuera Chris Hemsworth en Thor). Sabes que no es una atracción común, pero el impulso es tan fuerte que no puedes pensar en otra cosa. Intentas ignorarlo, pero la idea se repite en tu mente una y otra vez. Esto es lo que podría experimentar alguien con mecanofilia (atracción por máquinas y objetos mecánicos). Desde fuera, puede parecer absurdo o incluso gracioso, pero para quien lo vive, puede ser una fuente constante de sufrimiento y vergüenza.
La sociedad tiende a condenar las parafilias más extremas, bien sea porque implican daño a terceros o porque son demasiado extrañas para ser entendidas, especialmente cuando involucran aspectos de la sexualidad que nos resultan ajenos o incluso "gore". Pero es importante abordar estos temas con respeto. Al final, quienes experimentan estas preferencias no eligieron sentirlas, y si se convierten en un problema para ellos o su entorno, lo que necesitan es apoyo y tratamiento, no solo rechazo.
Parafilias: entre lo inofensivo y lo peligroso
Ahora, exploraremos algunas parafilias menos conocidas, algunas bastante inusuales, pero todas igualmente importantes para entender el complejo mundo de la sexualidad humana. Para hablar mejor de las parafilias, podríamos dividirlas en dos grandes grupos: aquellas que no representan ningún peligro a otras personas y aquellas que sí pueden causar mucho daño. Vamos a explorar ambas, con el objetivo de comprender mejor estas condiciones sin caer en la demonización, pero también sin minimizar el impacto de las más problemáticas. Comenzaremos con las parafilias que, aunque puedan parecer bizarras o difíciles de comprender, no implican daño para nadie más que, en algunos casos, la propia vergüenza o aislamiento social de quienes las experimentan. Luego, hablaremos de aquellas que sí cruzan la línea de lo aceptable, poniendo en riesgo a otras personas o seres vivos.
1- Parafilias raras pero inofensivas: Entre las parafilias más extrañas pero que no causan daño a terceros, encontramos:
Zoofilia: Cuando la atracción va más allá de lo humano. La zoofilia es una parafilia en la que la persona siente atracción sexual hacia animales. Aunque en algunos casos puede surgir de un impulso completamente fuera de control, también está relacionada con una falta de comprensión sobre el bienestar o empatía de los animales involucrados. Sí, sé que este tema puede incomodar, y no es para menos, pero es crucial abordarlo con la seriedad que merece. La zoofilia es no solo ilegal en muchos países, sino que pone en riesgo el bienestar de los animales, que no tienen la capacidad de consentir. Para quienes padecen esta parafilia, el tratamiento puede ser fundamental para entender y manejar esos impulsos sin recurrir a prácticas que dañen a otros seres vivos.
Pedofilia: Un tema delicado y muy serio pero que debemos abordar. La pedofilia es, sin lugar a dudas, una de las parafilias más peligrosas y dolorosas. En este caso, la atracción sexual se dirige hacia niños o menores de edad (sobre todo a niños pequeños, menores de 10 años). Este es un tema de especial gravedad, ya que involucra la vulnerabilidad de seres que no pueden dar su consentimiento y que son indefensos. La pedofilia no solo causa daño físico y emocional a los menores, sino que también puede tener repercusiones a largo plazo en su bienestar. Socialmente existe un fuerte rechazo hacia esta parafilia, y no es para menos, cuando se trata de los niños es un tema muy delicado. Pero también ser consientes de que es un peligro muy real y debemos estar atentos a quienes pueden padecer esta parafilia. Para quienes sienten esta atracción, es fundamental buscar ayuda psicológica especializada, ya que es esencial prevenir cualquier tipo de daño. La responsabilidad de proteger a los menores debe ser siempre la prioridad.
Sadismo Sexual Extremo: Ahora, nos adentramos en una de las parafilias más peligrosas y potencialmente dañinas. El sadismo sexual extremo implica obtener excitación sexual al infligir dolor, sufrimiento o humillación a otra persona. Cuando hablamos de "extremo", nos referimos a prácticas que pueden llegar a poner en riesgo la seguridad física y mental de los involucrados (hacer daño real, cortando, golpeando, hiriendo y humillando de una forma muy degradante). A diferencia de las dinámicas más controladas y consensuadas que se pueden encontrar en el BDSM, el sadismo sexual extremo se caracteriza por prácticas que sobrepasan los límites de lo seguro, lo saludable y lo ético. Estos impulsos pueden llevar a situaciones de abuso físico y psicológico, generando un sufrimiento real para la víctima. En estos casos, el placer del agresor está en ver el daño causado, sin tener en cuenta las consecuencias emocionales o físicas (es una Parafilia recurrente en quienes cometen crímenes constantemente, como los agresores/asesinos seriales). Es un comportamiento que puede tener repercusiones devastadoras para quienes lo sufren, y a menudo, las personas que lo practican necesitan apoyo profesional para poder gestionar esos impulsos destructivos. Aunque la prevalencia no es alta, este tipo de conductas puede llevar a situaciones peligrosas y a menudo está vinculado a otros trastornos psicológicos que requieren atención urgente.
Necrofilia: El horror que va más allá de la muerte. Se trata de una de las parafilias más extremas y perturbadoras, ya que involucra la atracción sexual por los cadáveres. Aquí, el tema no solo es moralmente condenable, sino que también entra en el terreno de la ilegalidad, ya que involucra el abuso de un ser humano ya fallecido. A pesar de su rareza, este impulso puede ser una manifestación de trastornos psicológicos serios que requieren tratamiento urgente. La necrofilia no solo plantea un grave daño emocional y psicológico a quienes la padecen, sino que también afecta el respeto y la dignidad que debemos otorgar a los fallecidos.
Hemos podido ver juntas que este mundo de las parafilias es bastante amplio y complejo. Ya no se trata solo de gustos raros, sino también de lo que implican para la vida y el bienestar de quienes las padecen. Desde aquellas que no representan una amenaza para nadie hasta las que cruzan los límites de la ética y la ley, el entendimiento y el respeto por la sexualidad humana son esenciales. Aunque hay parafilias que pueden causar daño, es importante no caer en el juicio precipitado y buscar un enfoque informativo y compasivo. Aprender sobre los comportamientos y preferencias de los demás no solo nos ayuda a entender mejor a los demás, sino también a nosotras mismas. Sé que este no es un tema que busques activamente, pero seguramente has aprendido cosas interesantes hoy, ¿verdad?
¿Alguna vez habías escuchado sobre las parafilias? A mí siempre me han llamado la atención. Los seres humanos somos tan únicos y diversos, que tendría que escribir un libro entero si quisiera hablarte de todas las parafilias (descubiertas y estudiadas) que existen. ¿Cuál te ha llamado más la atención? ¿Conocías alguna de las que te hablé? Esta semana te invito a buscar cual sería tu mayor "rareza" en lo sexual. No digo que padezcas una parafilia, pero seguro que hay un gusto culposo que siempre te ha parecido extraño o particular... Recuerda, lo raro no es malo, simplemente es parte de nuestra autenticidad. ¡Anímate a explorar y descubrir tu propio mundo!
¡Nos leemos en el próximo post!💩👽💀
Fuentes para esta entrada:

Excelente mami ♥️♥️♥️
ResponderBorrarTe amo mami!! gracias por siempre apoyarme❤❤
BorrarMuy bien Tema
ResponderBorrarMuchísimas gracias por leerme! Me alegro mucho de que te haya gustado el tema!! 🫶🏼
BorrarOuf.. temazo... para sacar toda la tela completa..... claro los más grandes zoofilicos son los asesinos en serie....y no dicho por mi
ResponderBorrarY me quedé cortísima! Hay más parafilias que religiones en el mundo! Muchas gracias por leerme❤
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